Jesús

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sábado, 2 de junio de 2012



Honrando a Dios en el fútbol.


Cuando era pequeño estaba en una escuela de futbol, aunque jugaba en el américa lo hacía porque mi papá me metió, o sea lo hacía para agradar a mi padre, era mi manera de honrarlo. En la vida Cristiana puede ser igual, ¿Cómo honramos a Dios? Haciendo lo que nos agrada, lo que nos edifica, para aquello que Cristo nos diseñó, cuando hacemos lo que alegra nuestro corazón, es la manera de agradecer a Dios, y así Él también se glorifica.

¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
1 corintios 6:19-20

El fútbol es una herramienta más para honrar a Dios.

Ganar partidos es algo muy pobre para vivir y seguir, no hay que enfocarnos en nosotros, no se trata de nosotros, en como vernos o como sentirnos, el que dirán de nuestra persona, ¿para quién hacemos las cosas? ¿Para que nos glorifiquen los demás? O ¿para nosotros glorificar a Dios con lo que hacemos? Dios nos puso aquí para Él, para honrarlo, para glorificarlo, lo más importante es amar a Dios con todo lo que somos y con todo lo que tenemos, si logramos un objetivo o una meta y nos falta ese amor y esa pasión por el Señor, es un titulo vacío, una copa vacía, es nada!
En la película de Facing Giants, una parte que me encanta, un jugador le pregunta al técnico si cree que a Dios le importa el futbol, a lo que el entrenador responde: A Dios le importa en donde esta tu corazón, y si nuestro corazón esta en el futbol a Dios le importa el futbol porque nosotros le importamos.

Dios mandó a su hijo, a su único hijo a morir por nosotros, el futbol es una herramienta para honrar al Señor, y no sólo el futbol, sino honrarlo en nuestro vivir diario, con nuestras relaciones, con nuestro cuerpo, en la escuela, en el trabajo.

El Señor puso en ti talentos y dones en específico que sólo tú puedes lograr desarrollar, si Dios te hizo un buenazo para el futbol, cuando lo prácticas, cuando juegas glorificamos al Señor porque Él te diseñó así.

Obedece a tu entrenador, imita a tu capitán, juega en el equipo del Señor.

El espíritu de Dios mora en nosotros, seamos un holocausto para Él, como Isaac lo fue.