Jesús

Jesús

sábado, 2 de junio de 2012



Honrando a Dios en el fútbol.


Cuando era pequeño estaba en una escuela de futbol, aunque jugaba en el américa lo hacía porque mi papá me metió, o sea lo hacía para agradar a mi padre, era mi manera de honrarlo. En la vida Cristiana puede ser igual, ¿Cómo honramos a Dios? Haciendo lo que nos agrada, lo que nos edifica, para aquello que Cristo nos diseñó, cuando hacemos lo que alegra nuestro corazón, es la manera de agradecer a Dios, y así Él también se glorifica.

¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
1 corintios 6:19-20

El fútbol es una herramienta más para honrar a Dios.

Ganar partidos es algo muy pobre para vivir y seguir, no hay que enfocarnos en nosotros, no se trata de nosotros, en como vernos o como sentirnos, el que dirán de nuestra persona, ¿para quién hacemos las cosas? ¿Para que nos glorifiquen los demás? O ¿para nosotros glorificar a Dios con lo que hacemos? Dios nos puso aquí para Él, para honrarlo, para glorificarlo, lo más importante es amar a Dios con todo lo que somos y con todo lo que tenemos, si logramos un objetivo o una meta y nos falta ese amor y esa pasión por el Señor, es un titulo vacío, una copa vacía, es nada!
En la película de Facing Giants, una parte que me encanta, un jugador le pregunta al técnico si cree que a Dios le importa el futbol, a lo que el entrenador responde: A Dios le importa en donde esta tu corazón, y si nuestro corazón esta en el futbol a Dios le importa el futbol porque nosotros le importamos.

Dios mandó a su hijo, a su único hijo a morir por nosotros, el futbol es una herramienta para honrar al Señor, y no sólo el futbol, sino honrarlo en nuestro vivir diario, con nuestras relaciones, con nuestro cuerpo, en la escuela, en el trabajo.

El Señor puso en ti talentos y dones en específico que sólo tú puedes lograr desarrollar, si Dios te hizo un buenazo para el futbol, cuando lo prácticas, cuando juegas glorificamos al Señor porque Él te diseñó así.

Obedece a tu entrenador, imita a tu capitán, juega en el equipo del Señor.

El espíritu de Dios mora en nosotros, seamos un holocausto para Él, como Isaac lo fue.

jueves, 3 de mayo de 2012

Pruebas y tentaciones





1 Santiago, siervo de Dios y del Señor Jesucristo, a las doce tribus que están en la dispersión: Salud.
2 Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas, 
3 sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia. 
4 Mas tenga la paciencia su obra completa, para que seáis perfectos y cabales, sin que os falte cosa alguna. 
5 Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. 
6 Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. 
7 No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. 
8 El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos. 
9 El hermano que es de humilde condición, gloríese en su exaltación; 
10 pero el que es rico, en su humillación; porque él pasará como la flor de la hierba. 
11 Porque cuando sale el sol con calor abrasador, la hierba se seca, su flor se cae, y perece su hermosa apariencia; así también se marchitará el rico en todas sus empresas.
12 Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida, que Dios ha prometido a los que le aman. 
13 Cuando alguno es tentado, no diga que es tentado de parte de Dios; porque Dios no puede ser tentado por el mal, ni él tienta a nadie; 
14 sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.
15 Entonces la concupiscencia, después que ha concebido, da a luz el pecado; y el pecado, siendo consumado, da a luz la muerte. 
16 Amados hermanos míos, no erréis. 
17 Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación. 
18 El, de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas





Enseñanzas





Las pruebas ayudan a demostrar el crecimiento espiritual del creyente, y como resultado deben producir gozo, perseverancia y madurez en la fe.


Santiago no dice si pasan por diversas pruebas, sino cuando pasan por diversas pruebas. El da por hecho que vamos a tener pruebas y que es posible sacar provecho de ellas. La idea no es fingir ser feliz cuando uno se enfrenta al dolor, sino tener una actitud positiva positiva. Como mencionaba el apóstol Pablo, he aprendido a contentarme sea cual sea la circunstancia, El Señor está conmigo.

Santiago nos dice que debemos convertir nuestras dificultades en períodos de aprendizaje. Los tiempos difíciles pueden enseñarnos paciencia.

Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, prueba; y la prueba, esperanza;  y la esperanza no avergüenza; porque el amor de Dios ha sido derramado en nuestros corazones por el Espíritu Santo que nos fue dado. ROM 5:3-5

Es muy fácil ser amable cuando todas las cosas andan bien, pero ¿seguiremos siendo amables cuando otros nos traten injustamente? Dios quiere que seamos perfectos, no librarnos del dolor. En lugar de quejarnos por nuestras luchas, debiéramos ver en ellas oportunidades de crecer. 

Petición de sabiduría, (V. 5) Santiago no solo habla acerca del conocimiento, sino de la capacidad de tomar decisiones sabias en circunstancias difíciles. Cuando necesitamos sabiduría, podemos orar a Dios y El suplirá abundantemente nuestras necesidades. Como cristianos no tenemos por qué andar a tientas en las tinieblas, con la esperanza de tal vez encontrar la respuesta. La sabiduría de Dios está a nuestra disposición para guiar nuestras decisiones.

Sabiduría significa discernimiento práctico. La sabiduría empieza con respeto a Dios, conduce a una vida recta y resulta en una capacidad creciente para distinguir lo correcto de lo erróneo. 



"Pedir con fe, no dudando nada" significa no solo creer en la existencia de Dios, sino en su tierno cuidado. Eso incluye depender de Dios y confiar en que El oirá y responderá a nuestras oraciones. Debemos poner a un lado nuestra actitud crítica cuando nos dirigimos a El. Dios no garantiza que ha de responder a nuestra desconsideración o egoísmo. Debemos tener la confianza que Dios responderá nuestros deseos con su propósito. 


La corona de vida no es gloria y honor en la tierra, sino la recompensa de vida eterna; vivir con Dios para siempre.
La tentación viene de nuestros malos deseos, no de parte de Dios. Empieza con malos pensamientos y se vuelve pecado cuando le damos lugar y permitimos que se convierta en acción. Así como la bola de nieve que baja rodando de una colina, la acción destructiva del pecado crece cuando lo dejamos actuar. El momento más apropiado para detener la bola de nieve es antes que sea demasiado grande o que haya adquirido tal velocidad que no podamos controlarla.



Es muy fácil condenar a otros y excusarnos por los malos pensamientos y por la conducta equivocada. Algunas excusas pueden ser: (1) es la culpa de la otra persona; (2) no lo pude resistir; (3) todos lo hacen; (4) fue solo un error; (5) nadie es perfecto; (6) el diablo me obligó a hacerlo; (7) fui presionado; (8) no sabía que era malo; (9) Dios me estaba tentando. 
Una persona que presenta excusas procura pasar su culpa a algo o a alguien. Un cristiano, sin embargo, acepta su responsabilidad por sus errores, los confiesa y pide el perdón de Dios.

Desafío

¿Cómo reaccionas ante las dificultades que se te presentan?

¿Qué haces para corregirlas?

¿Consideras que tu fe es lo suficientemente "buena" como para no caer en tentaciones?


No bases tu vida en algo vano, eso tiene un principio y un fin, que tu cimiento sea Dios y su Palabra, ora con Él creyendo! creyendo realmente que puede hacer un cambio en tu vida, somos los primeros y mejores frutos de toda su creación.

No te enfrentarás a ninguna tentación con la que puedas lidiar, entre más crecen tus dificultades, más crece tu fe.

¡Cuidado! si sigues peleando con las mismas tentaciones, significa que no has crecido espiritualmente, Ponlo en manos de Dios, ¡Eres más que vencedor!

lunes, 30 de abril de 2012



 “Y juntamente con Él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús” (Efesios 2:6).
Enseñanza...

¿Por qué la tumba vacía es tan gloriosa? Porque significa mucho más que sólo el hecho de que Dios levantó a Jesús de entre los muertos. Él lo ha levantado a usted también, para que camine “en novedad de vida” (ver Romanos 6:4). Yo he salido de esa tumba. He ascendido. Y usted también, si es que es salvo. ¿Dónde está Cristo hoy? “Sentado en las lugares celestiales.” ¿Dónde está usted sentado? En el mismo lugar. Usted no tiene que morir para ir al cielo. En Cristo usted “está sentado en lugares celestiales “¡ahora mismo!” Animamos a nuestros hermanos y hermanas a que se mantengan “mirando hacia arriba”, cuando deberíamos estar diciéndoles que “miren hacia abajo”. Usted ya está sentado en los lugares celestiales, y puede mirar sus problemas allá abajo. Usted, mi querido amigo, ¡tiene una nueva y gloriosa vida!
Desafio...

Analiza por un momento y pídale a Dios que le dé una vida completamente nueva, o agradézcale por la vida nueva que ya la ha dado.

sábado, 28 de abril de 2012




PARÁBOLA DEL MAYORDOMO INFIEL 

LUCAS 16:1-15

1 Dijo también a sus discípulos: Había un hombre rico que tenía un mayordomo, y éste fue acusado ante él como disipador de sus bienes.
2 Entonces le llamó, y le dijo: ¿Qué es esto que oigo acerca de tí? Da cuenta de tu mayordomía, porque ya no podrás más ser mayordomo.
3 Entonces el mayordomo dijo para sí: ¿Qué haré? Porque mi amo me quita la mayordomía. Cavar, no puedo; mendigar, me da vergüenza.
4 Ya sé lo que haré para que cuando se me quite de la mayordomía, me reciban en sus casas.
5 Y llamando a cada uno de los deudores de su amo, dijo al primero: ¿Cuánto debes a mi amo?
6 El dijo: Cien barriles de aceite. Y le dijo: Toma tu cuenta, siéntate pronto, y escribe cincuenta.
7 Después dijo a otro: Y tú, ¿cuánto debes? Y él dijo: Cien medidas de trigo. El le dijo: Toma tu cuenta, y escribe ochenta.
8 Y alabó el amo al mayordomo malo por haber hecho sagazmente; porque los hijos de este siglo son más sagaces en el trato con sus semejantes que los hijos de luz.
9 Y yo os digo: Ganad amigos por medio de las riquezas injustas, para que cuando éstas falten, os reciban en las moradas eternas.
10 El que es fiel en lo muy poco, también en lo más es fiel; y el que en lo muy poco es injusto, también en lo más es injusto.
11 Pues si en las riquezas injustas no fuisteis fieles, ¿quién os confiará lo verdadero?
12 Y si en lo ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?
13 Ningún siervo puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas.
14 Y oían también todas estas cosas los fariseos, que eran avaros, y se burlaban de él.
15 Entonces les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos delante de los hombres; mas Dios conoce vuestros corazones; porque lo que los hombres tienen por sublime, delante de Dios es abominación


Lucas 16:1-2
Jesús contó otra parábola a sus discípulos: Un hombre rico tenía un administrador a quien acusaron de derrochar sus bienes. Así que lo mandó a llamar y le dijo: “¿Qué es esto que me dicen de ti? Rinde cuentas de tu administración, porque ya no puedes seguir en tu puesto.”

¿Qué tipo de empleado era él? ¿Qué hacía él con los bienes de su jefe?
Él no era un buen empleado. La razón por la que el hombre rico le despidió era que algunos acusaron al administrador de malgastar los bienes de su jefe.

Lucas 16:3-7
El administrador reflexionó: “¿Qué voy a hacer ahora que mi patrón está por quitarme el puesto? No tengo fuerzas para cavar, y me da vergüenza pedir limosna. Tengo que asegurarme de que, cuando me echen de la administración, haya gente que me reciba en su casa. ¡Ya sé lo que voy a hacer!” 
»Llamó entonces a cada uno de los que le debían algo a su patrón. Al primero le preguntó: “¿Cuánto le debes a mi patrón?” “Cien barriles de aceite”, le contestó él. El administrador le dijo: “Toma tu factura, siéntate en seguida y
escribe cincuenta.” Luego preguntó al segundo: “Y tú, ¿cuánto debes?” “Cien bultos de trigo”, contestó. El administrador le dijo: “Toma tu factura y escribe ochenta.”

¿Cuál fue la solución a su problema? ¿Qué hizo el administrador?
Él empezó a cortar la cantidad de la deuda que cada persona tenía con el patrón.

¿Por qué piensas que hizo él esto?
Él lo hizo para que ellos tuvieran corazones dispuestos a ayudarle cuando él necesitara.
Nadie iba a tratarle mal o decirle que no podían ayudarle después que él hizo un favor tan grande a ellos.

Lucas 16:8-9
»Pues bien, el patrón elogió al administrador de riquezas mundanas por haber actuado con astucia. Es que los de este mundo, en su trato con los que son como ellos, son más astutos que los que han recibido la luz. Por eso les digo que se
valgan de las riquezas mundanas para ganar amigos, a fin de que cuando éstas se acaben haya quienes los reciban a ustedes en las viviendas eternas.

Es importante entender que Jesús no está elogiando la deshonestidad del administrador. Hay dos puntos importantes en esta parábola que Dios quiere enseñarnos. El primero es que el dinero y los bienes en nuestras vidas no deben controlarnos. En el principio, el administrador malgastó el dinero de su patrón y no era un administrador responsable. Por eso, el patrón le despidió.
Después él era deshonesto porque él canceló muchas de las deudas de los deudores. 

Lucas 16-10-13
El que es honrado en lo poco, también lo será en lo mucho; y el que no es íntegro en lo poco, tampoco lo será en lo mucho. Por eso, si ustedes no han sido honrados en el uso de las riquezas mundanas


¿Quién les dará a ustedes lo que les pertenece?

Ningún sirviente puede servir a dos patrones. Menospreciará a uno y amará al otro, querrá mucho a uno y despreciará al otro. Ustedes no pueden servir a la vez a Dios y a las riquezas.
Aquí es donde Jesús nos enseña que a Él no le agradan las acciones deshonestas del
administrador. Nosotros podemos hacer lo que queremos con lo que tenemos…podemos
ser honestos o deshonestos. Si decidimos ser deshonestos nadie aquí y menos Dios va a
confiar en nosotros ni darnos más responsabilidad. El ejemplo de una tarjeta de crédito. Podemos malgastar el dinero y no hacer bien y pagarlo, pero cuando viene el tiempo que quieran pedir un préstamo al banco que nos preste dinero para comprar una casa, el banco va a negarnos porque no fuimos fieles con el poco crédito que
tuvimos.

¿Cómo seremos fieles con mucho crédito?

Podemos aplicar esto a nuestras vidas espirituales también. Si no somos fieles en las cosas pequeñas como ir al estudio bíblico, orar a Dios y leer Su palabra

¿En qué forma estás tratando de servir a Dios y a otra cosa? ¿Qué pasos específicos puedes tomar esta semana para ayudarte a servir solamente a Dios?

viernes, 27 de abril de 2012


Diez leprosos son limpiados
LUCAS 17:11-19

11 Yendo Jesús a Jerusalén, pasaba entre Samaria y Galilea.
12 Y al entrar en una aldea, le salieron al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos
13 y alzaron la voz, diciendo: ¡Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros!
14 Cuando él los vio, les dijo: Id, mostraos a los sacerdotes. Y aconteció que mientras iban, fueron limpiados.
15 Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz,
16 y se postró rostro en tierra a sus pies, dándole gracias; y éste era samaritano.
17 Respondiendo Jesús, dijo: ¿No son diez los que fueron limpiados? Y los nueve, ¿dónde están?
18 ¿No hubo quien volviese y diese gloria a Dios sino este extranjero?
19 Y le dijo: Levántate, vete; tu fe te ha salvado.

REFLEXIÓN:
La ocación era que 10 leprosos claman a Jesús que los limpiara de su lepra diciendo: ¨¡ Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros! vr.13., y Jesús tiene compasión de ellos y los sana de su terrible enfermedad, y se alejan. Pero,de los 10 leprosos, sólo uno se volvió con Jesús y agradecido se postra a los piés del Señor, y le da gracias por lo que había hecho con él.

Muchas veces la tendencia humana es de buscar a Dios sólo cuando hay problemas y necesidades, o cuando las enfermedades, las angustias, las crisis, los pesares, las situaciones difíciles llegan en la vida.
Y eso está muy bién, pero, cuando se reciben las bendiciones de Dios; cuando las oraciones son contestadas; cuando la mano maravillosa del Todopoderoso obra en nuestro ser; es cuando muchas veces nos olvidamos del gran amor, de la misericordia que Dios tiene por nosotros.

¡El Señor es la fuente de bendiciones!

Es necesario acudir a Dios en medio de las situaciones difíciles que día a día enfrentamos. Cuando son más grandes los problemas que nuestras fuerzas. Cuando las enfermedades quieren acabar con nuestro existir. Cuando parece todo perdido. Cuando hay la ¨lepra espiritual¨ por causa del pecado. Se necesita la ayuda de Dios.

Sobre todas las cosas agradece a Dios por todo lo que ha hecho, por todo lo que hace y por todo lo que hará en tu vida.

¨Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.¨ 1 Tesalonicenses 5:18.

jueves, 26 de abril de 2012


Parábola del hijo pródigo
LUCAS 15:11-32

11 También dijo: Un hombre tenía dos hijos;
12 y el menor de ellos dijo a su padre: Padre, dame la parte de los bienes que me corresponde; y les repartió los bienes.
13 No muchos días después, juntándolo todo el hijo menor, se fue lejos a una provincia apartada; y allí desperdició sus bienes viviendo perdidamente.
14 Y cuando todo lo hubo malgastado, vino una gran hambre en aquella provincia, y comenzó a faltarle.
15 Y fue y se arrimó a uno de los ciudadanos de aquella tierra, el cual le envió a su hacienda para que apacentase cerdos.
16 Y deseaba llenar su vientre de las algarrobas que comían los cerdos, pero nadie le daba.
17 Y volviendo en sí, dijo: ¡Cuántos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!
18 Me levantaré e iré a mi padre, y le diré: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti.
19 Ya no soy digno de ser llamado tu hijo; hazme como a uno de tus jornaleros.
20 Y levantándose, vino a su padre. Y cuando aún estaba lejos, lo vio su padre, y fue movido a misericordia, y corrió, y se echó sobre su cuello, y le besó.
21 Y el hijo le dijo: Padre, he pecado contra el cielo y contra ti, y ya no soy digno de ser llamado tu hijo.
22 Pero el padre dijo a sus siervos: Sacad el mejor vestido, y vestidle; y poned un anillo en su mano, y calzado en sus pies.
23 Y traed el becerro gordo y matadlo, y comamos y hagamos fiesta;
24 porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido, y es hallado. Y comenzaron a regocijarse.
25 Y su hijo mayor estaba en el campo; y cuando vino, y llegó cerca de la casa, oyó la música y las danzas;
26 y llamando a uno de los criados, le preguntó qué era aquello.
27 El le dijo: Tu hermano ha venido; y tu padre ha hecho matar el becerro gordo, por haberle recibido bueno y sano.
28 Entonces se enojó, y no quería entrar. Salió por tanto su padre, y le rogaba que entrase.
29 Más él, respondiendo, dijo al padre: He aquí, tantos años te sirvo, no habiéndote desobedecido jamás, y nunca me has dado ni un cabrito para gozarme con mis amigos.
30 Pero cuando vino este tu hijo, que ha consumido tus bienes con rameras, has hecho matar para él el becerro gordo.
31 El entonces le dijo: Hijo, tú siempre estás conmigo, y todas mis cosas son tuyas.
32 Mas era necesario hacer fiesta y regocijarnos, porque este tu hermano era muerto, y ha revivido; se había perdido, y es hallado.

La gracia que busca y la gracia que recibe

Para Dios, no tenemos justicia, pero Él tiene una justicia para nosotros, la cual fue satisfecha
Mediante la obra del Señor Jesús. Si la ley de Dios habla con fuerza a la conciencia, el alma
Comprender que está lejos de poder cumplirla, porque la ley dice: "Amaras a tu prójimo como a ti
Mismo" (Mateo 22:39). Ningún hombre lo hizo, excepto el Hijo de Dios que vino en gracia aquí abajo.
La ley dice también: "No codiciaras" (Romanos 7:7), y la codicia está en mi corazón. El hombre es
Juzgado por la ley, porque ésta no fue dada para salvar, sino para juzgar el estado de todo hijo de
Dios. Cuando Cristo "vino a buscar y a salvar lo que se había perdido" (Lucas 19:10) cumplí la ley
Y sufrió por nosotros. Cuando éramos pecadores y estábamos alejados de Dios, Él se acercó a nosotros.
Fue manifestado en carne en la persona de Jesús quien cumplió la obra de la redención, a fin de que estemos con Él y seamos semejantes a Él en gloria.

Cristo sufrió la maldición de la ley transgredida, para que la bendición nos alcanzase (Gálatas 3:13-14).

En esta parábola vemos dos aspectos de la gracia de Dios, la gracia que busca y la gracia que
Recibe, cuando venimos a Él. Cuando un alma es tirada al arrepentimiento, el cielo se regocija; tal
Es la verdad que resulta de estos tres relatos. Hubo gozo también en el corazón del hijo pródigo
Cuando experimentó el amor de su padre, pero aquí no se hace mención de ello: El gozo de Dios se nos muestra de manera muy conmovedora.

El pecado ya estaba en el corazón del joven cuando abandonó la casa de su padre. Habiendo entrado en el camino en que Satanás lo arrastraba, se entregó a la corrupción, buscando en vano, para satisfacer sus codicias, la dicha que perdí. El hombre ama todo en el mundo salvo a Cristo. Se puede hablar de todo en este mundo, pero pronuncie el nombre de Cristo y ver inmediatamente manifestarse la hostilidad del corazón natural contra Él. No se tiene vergüenza de profesar una religión falsa o un cristianismo con principios mezclados, pero se teme el oprobio de Cristo. Cuán humillante es ver cómo el hombre da la espalda a Jesús para poder hacer su propia voluntad!

El hijo pródigo llegó a la provincia lejana y encontró el hambre. Dios se sirve de la adversidad para traer muchas almas al sentimiento de su miseria y hacerlas infelices, hasta que miren a Él, la fuente de toda gracia. Sin embargo, antes de venir a Él, el hombre siempre procura salir del apuro por sus propios medios, esperando salvarse sin necesitar a Dios. Es lo que vemos en el hijo extraviado de la parábola: Se puso al servicio de "uno de los ciudadanos de aquella tierra" (v. 15). Es algo espantoso ver al hombre caer de esta manera bajo el poder de Satanás quien se complace en verlo degradarse cada vez más y lo envía a "que apacentase cerdos". Allí conduce esa sed de independencia que caracteriza al hombre: Prefiere echarse en los brazos de Satanás antes que estar en las manos de Dios.

Llegado al último escalón de la miseria, pereciendo de hambre bajo la esclavitud del maestro despiadado que eligió, el hijo pródigo volvió y echó una mirada hacia el pasado. Un rayo de luz penetró en su alma y exclamó: "Cuantos jornaleros en casa de mi padre tienen abundancia de pan, y yo aquí perezco de hambre!" (v. 17). Se arrepintió, condenó su vida de pecado, reconoció su decadencia y su miseria, y vio que tena tan solo un recurso: volver a Dios. Todavía no gozaba del perdón y de la salvación, pero se levantó para ir hacia su padre: Es la conversión.

Cuando Dios actúa en un corazón, éste es llevado a buscar Su bondad reconociendo su estado de pecado, mientras que antes tena miedo de acercarse a un Dios al que estimaba como juez. Con la recepción de la gracia, viene la confianza en el amor de Dios.

Sabía que iba a estar mejor bajo el techo de su padre donde hay pan en abundancia, de manera que, si éste quisiera recibirlo, estará feliz de ser tratado como un jornalero (v. 19). No obstante, se sintió indigno de ser llamado hijo. Su conciencia estaba perfectamente despierta, pero no le impidió ponerse en marcha. Por la acción de la gracia, se levantó y se dirigió hacia su padre, y qué encontró? Un amor inefable que hacía mucho más que todo lo que Él habrá podido pedir o pensar. Dios hace todo para la salvación y la felicidad eterna del pecador perdido.

Es mi deber andar de una manera digna de la nueva relación en la cual me encuentro con Dios, y el
"calzado en sus pies" del hijo pródigo nos habla de una nueva fuerza, la del Espíritu Santo, por la cual andamos en novedad de vida y en la libertad de hijos ante Dios. "El que dice que permanece en Él, debe andar como Él anduvo" (1 Juan 2:6).

Por la obra del Espíritu Santo en nosotros somos llevados al gozo de la paz y de la reconciliación con Dios, efectuados por la obra de Cristo en la cruz. El Padre nos ama como ama a Jesús. Que nos haga comprender a qué relación fuimos llevados con Él.

¿Qué decisiones debes tomar?
No te sientas atraído por el mundo, eso es algo vano, algo que termina, tiene un principio y un fin, Jesús es la obra, vino a este mundo para que tengas vida, y la tengas en abundancia.

¿Por qué buscas en los lugares en donde no edifica nada, en donde todo tiene un final?

¿Eres realmente hijo de Dios?
A los hijos de Dios les interesa la conversión de las personas que no conocen de Cristo, actúa como tal, comparte de lo que Él te dio. En el cielo hay gozo cuando una persona conoce del amor de Jesús.

Hay que tener humildad para reconocer que estamos actuando mal, Dios nos dará la oportunidad siempre, de volver a sus brazos cada que cometamos un error.

martes, 24 de abril de 2012


¿Quién es Jesús?


Jesús, hijo de Dios, Salvador.
El nacimiento de Jesús, El Cristo fué así; Su madre María, estaba comprometida para casarse con José, pero antes de unirse a él, resultó que estaba encinta por obra del Espíritu Santo.
Dios mandó a a Jesús a morir por nuestros pecados, tenía que ser santo, y El Señor uso el vientre de María para dicho suceso, Jesús vino a pagar con sangre lo que nos tocaba a nosotros, puedes ser libre, escoge vivir con Jesús, Él ya pagó por ti!
Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré y cenaré con él, y él conmigo.
¿Ya le abriste la puerta de tu corazón a Jesús? ¡Acepta el reto! Dios te ama!!

Antes de iniciar el estudio de esta carta, será útil entender un poco del contexto histórico. Lo iniciaremos, entonces, con la siguiente pregunta: ¿Quién es Tito?
Es muy interesante observar que el nombre de Tito no es mencionado ninguna vez en el libro de Hechos. El nombre de Timoteo se menciona muchas veces allí, mas el nombre de Tito no aparece nunca. A pesar de eso, sabemos que Tito estaba presente en muchos de aquellos eventos, porque su nombre es citado en otros escritos de Pablo, como 2ª Corintios, Gálatas y aun la propia carta a Tito.
Probablemente, Tito nació en Antioquía de Siria. A diferencia de Timoteo, él era gentil. Así como Timoteo, Tito vino a conocer al Señor Jesús a través de Pablo, y por tal razón, el apóstol se refiere a veces a ellos como sus hijos en la fe. Ambos servían al Señor juntamente con él y bajo su orientación.
En aquel conflicto que hubo en Jerusalén descrito en Hechos 15, Pablo llevó consigo a Tito a Jerusalén, no para que éste participase de las discusiones, sino para que Tito fuese usado como un primer caso a través del cual quedaría definitivamente establecido si un gentil debería o no ser circuncidado. Tito nunca fue circuncidado, porque la verdad prevaleció.
2:1 Pero tú habla lo que está de acuerdo con la sana doctrina. 
2:2 Que los ancianos sean sobrios, serios, prudentes, sanos en la fe, en el amor, en la paciencia. 
2:3 Las ancianas asimismo sean reverentes en su porte; no calumniadoras, no esclavas del vino, maestras del bien; 
2:4 que enseñen a las mujeres jóvenes a amar a sus maridos y a sus hijos, 
2:5 a ser prudentes, castas, cuidadosas de su casa, buenas, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada. 
2:6 Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes; 
2:7 presentándote tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad, 
2:8 palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no tenga nada malo que decir de vosotros. 
2:9 Exhorta a los siervos a que se sujeten a sus amos, que agraden en todo, que no sean respondones; 
2:10 no defraudando, sino mostrándose fieles en todo, para que en todo adornen la doctrina de Dios nuestro Salvador. 
2:11 Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, 
2:12 enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, 
2:13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, 
2:14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras. 
2:15 Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie.
NVI
1 Tú, en cambio, predica lo que va de acuerdo con la sana doctrina.2 A los *ancianos, enséñales que sean moderados, respetables, sensatos, e íntegros en la fe, en el amor y en la constancia. 
3 A las ancianas, enséñales que sean reverentes en su conducta, y no calumniadoras ni adictas al mucho vino. Deben enseñar lo bueno4 y aconsejar a las jóvenes a amar a sus esposos y a sus hijos,5 a ser sensatas y puras, cuidadosas del hogar, bondadosas y sumisas a sus esposos, para que no se hable mal de la palabra de Dios. 
6 A los jóvenes, exhórtalos a ser sensatos.7 Con tus buenas obras, dales tú mismo ejemplo en todo. Cuando enseñes, hazlo con integridad y seriedad, 8 y con un mensaje sano e intachable. Así se avergonzará cualquiera que se oponga, pues no podrá decir nada malo de nosotros. 
9 Enseña a los *esclavos a someterse en todo a sus amos, a procurar agradarles y a no ser respondones.10 No deben robarles sino demostrar que son dignos de toda confianza, para que en todo hagan honor a la enseñanza de Dios nuestro Salvador. 
11 En verdad, Dios ha manifestado a toda la *humanidad su gracia, la cual trae salvación12 y nos enseña a rechazar la impiedad y las pasiones mundanas. Así podremos vivir en este mundo con justicia, piedad y dominio propio,13 mientras aguardamos la bendita esperanza, es decir, la gloriosa venida de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.14 Él se entregó por nosotros para rescatarnos de toda maldad y purificar para sí un pueblo elegido, dedicado a hacer el bien. 
15 Esto es lo que debes enseñar. Exhorta y reprende con toda autoridad. Que nadie te menosprecie.
Tito 2:1-15
Requisitos Bíblicos que deben tener los Ministros: 

1) Irreprochables: Significa literalmente que no pueden existir hacia él, ningún tipo de acusaciones en su contra. Esto tiene que ver con una conducta manifiesta, aprobada e intachable desde su conversión, en la vida conyugal, familiar, social y laboral. 

2) Buen Gobierno de su casa: Esta es una calificación de mucha importancia para el candidato que aspire a este ministerio. Debe mostrar por ejemplo fidelidad en su matrimonio y tener a sus hijos en sometimiento. Así como también tener una buena relación familiar.  (Tito1:5-6). 
3) No Neófito: Esto quiere decir que no puede ser una persona nueva, es decir, que recién venga conociendo las cosas de Dios. Debido al peligro de caer en envanecimiento, y así caer también en condenación 
4) Retenedor Firme de la Palabra de Dios: (Tito 1:9) 
El Ministro no solo debe estar a la altura de los patrones morales y espirituales, también debe comprometerse a retener firmemente el Testimonio Apostólico original, referente a la obra salvífica de Jesús 
(Efesios 2:20-22), amándola, conociéndola y dando su vida por ella. Esto es importante por dos razones. 

a) Debe saber enseñar y exhortar de acuerdo a la palabra de Dios, y llegar a la sincera devoción a Cristo, a la verdad y justicia (2º Timoteo 4:2-5) 
b) Debe saber corregir a aquellos que enseñan cosas contrarias a las escrituras, con el fin de conducirlos a la verdad (2ª Timoteo 2:24-26). 

5) Apacentar el Rebaño de Dios: Fueron constituidos por el Espíritu Santo 
Para apacentar el rebaño de Dios y librarlos de las manos de los falsos líderes (lobos vestidos de ovejas). 
Hechos 20:28-30 


La salvación de la mente
La disciplina es una necesidad de la vida. Si no hay disciplina, un niño nunca llegará a ser una persona adulta. El carácter es desarrollado por medio de la disciplina.
Espiritualmente, nosotros recibimos una vida nueva; pero esta nueva vida en nosotros sólo puede crecer y desarrollarse a través de la disciplina. El significado de la palabra ‘disciplina’ en griego es ‘salvación de la mente’.
Aunque hayamos recibido la vida de Cristo en nosotros, la vida pecadora que recibimos de Adán y Eva necesita ser tratada por la cruz. Si la vida pecadora no es puesta fuera de acción a través de la cruz del Señor Jesús, ella va a suprimir la nueva vida, la vida de Cristo en nosotros. Es colocando de lado a la carne que la vida de Cristo en nosotros tiene su oportunidad para crecer, para desarrollarse y expresarse. Sin embargo, eso sólo puede ser realizado a través de la disciplina.
Modos de disciplinar
En la carta a Tito son mencionadas muchas formas de disciplina. Esto habla, y exhorta (Tit. 2:15). Hablar es un modo de disciplinar, porque la disciplina es no sólo correctiva, sino también instructiva y educativa. La disciplina tiene como objetivo no sólo corregir lo que está errado, sino también instruir en lo que es correcto.
Exhortar. Exhortar es, en un sentido, animar, y en otro, alertar. Animar a la práctica de aquello que es cierto y alertar con relación a las cosas que se están encaminando en una dirección equivocada.
Reprender. Reprender es otra forma de disciplinar. A veces, la reprensión necesita ser hecha con toda autoridad.
Enseñar. En el versículo 12 del segundo capítulo de Tito está escrito: ‘enseñándonos’, y la palabra enseñar utilizada aquí transmite, de acuerdo con el original griego, la idea de disciplina. Enseñar es disciplinar.
Amonestar. «Al hombre que cause divisiones, después de una y otra amonestación deséchalo». Eso es disciplina. Así vemos que la disciplina puede aparecer de muchas maneras diferentes, mas recordemos que la disciplina no es de ninguna forma algo negativo.
La disciplina, en las Escrituras, está basada en el amor. Sin amor, no puede haber disciplina. Si tú no tienes amor, no intentes disciplinar.
Él nos ama porque nosotros somos sus hijos, y por causa de su amor nos disciplina como hijos. Es por amor que a veces somos usados por Dios como instrumentos para disciplinar, para ejercer disciplina; pero todo ello se basa en el amor. No hay nada de legalismo en ella

En esta carta a Tito podemos ver al menos tres áreas de aplicación de la disciplina:
 1) la disciplina en la iglesia; 2) la disciplina en la vida personal y en la familia; 3) la disciplina en la vida social.
La disciplina en la iglesia
Dios gobierna en la iglesia, el Hijo gobierna sobre su casa. Él es la cabeza, y a causa de ello, es necesario que haya orden en la iglesia.
Hay orden; debe haber orden, pero no es un orden obtenido a través de la organización. La propia vida se expresa a sí misma en orden. Por esa razón, Cristo, como la cabeza de la iglesia, y con el fin de mantener el orden en la iglesia, designa a algunos para ocupar posiciones de responsabilidad.
El pastor
¿Qué hace el pastor? El pastor siempre va adelante del rebaño para encontrar el pasto adecuado para sus ovejas y mantenerlas lejos de las praderas donde hay hierbas y pastos venenosos.
Ellos deben procurar que el pueblo de Dios esté bien alimentado con enseñanza sabia, enseñanza de Cristo, porque sólo la enseñanza de Cristo puede edificar la casa de Dios. Él es nuestro alimento.
La comunión
Naturalmente, en la disciplina de la iglesia está incluida la cuestión de la comunión, porque la iglesia es la reunión del pueblo de Dios. La iglesia en acción es la comunión; es el pueblo de Dios reuniéndose para tener comunión. Comunión significa «participar de algo junto con otros», tener cosas en común, compartir con otros el Cristo que conocemos, de manera que seamos enriquecidos mutuamente.
Por lo tanto, cuando entra el pecado, afectarán a nuestra comunión. Eso es evidente, y es por esa razón que si queremos tener comunión es necesario que tengamos disciplina.

Evaluación Personal. Entre tú y Dios, a solas. Aunque breve, pero cada día. Es más fácil sacar la paja de nuestro ojo del día que las toneladas acumuladas en el tiempo de no limpiarnos. Cada texto nos llama a examinarnos. No nos llama a examinar a los otros. Es para ti, para mí. ¡Ya!. No esperemos mañana, no acumulemos la basura. No lo hacemos en  casa ¿por qué en el corazón?